Pasado, presente y futuro.
Hace unos 2200 años, un rey nubio llamado Adijalamani de Meroe
ordenó levantar una pequeña capilla en la localidad de Debod, al
sur de Egipto, para honrar al dios Amón, padre de todos los dioses,
y a la diosa Isis, posteriormente ampliado durante la época
ptolemaica.
Debod se encontraba localizada a unos 16 kilómetros al sur de
Assuán, en territorio de la Baja Nubia. El límite natural de Egipto
ha estado siempre en la primera catarata del Nilo que se extiende
entre la isla de Filé y Assuán.
Templo de Debod, Nubia. 1851 |
La construcción del templo la inicio Adijalamani hacia el 200-180 a.C.,
quien levantó una capilla de pequeñas dimensiones dedicada a Amón,
conocida como la "Capilla de los Relieves".
Litografía de David Roberts. 1838
Dibujo Capilla Relieves. F. Gau. S.XIX
Tres reyes de la dinastía ptolemaica construyeron nuevas estancias alrededor del núcleo original hasta darle un aspecto más parecido al actual. Estos tres faraones fueron: Ptolomeo VI "Filómetor" (200-185
a.C.), coetáneo a Adijalamani, junto a su hermana y esposa Cleopatra
II; Ptolomeo VIII "Evérgetes II" (145-116 a.C.), quien dedicó una naos
a la diosa Isis (actualmente desaparecida); y Ptolomeo XII "Neo
Dyonisos" (80-51 a.C.), dedicando otra naos al dios Amón (que es la
que se halla en el interior del santuario en la actualidad).
Después de ser anexionado Egipto al Imperio romano, serán los
emperadores Augusto y Tiberio los que culminen la construcción y decoración del edificio.
Hector Horeau. Debod. S. XIX
Un regalo de Egipto
El templo de Debod es un regalo del gobierno egipcio y de su presidente
Gamal Abdel Nasser por la participación española en la campaña de la
Unesco de los años 60 para salvar los santuarios de la región de Nubia y en especial el Gran Templo de Abu Simbel. Entre 1964 y 1968, todo el sitio fue cuidadosamente partido en grandes bloques (de un promedio de 20 toneladas y un máximo de 30 toneladas cada uno), desmantelado, elevado y reensamblado en una nueva ubicación 65 metros más alta y 200 metros más lejos del río, en uno de los mayores desafíos de la ingeniería arqueológica en la historia.
Maqueta a escala que muestra la ubicación original y actual
del templo (con respecto al nivel del agua)
en el Museo de Nubia, en Asuán.
Se inició una campaña internacional de recaudación de fondos para salvar los monumentos de Nubia, ya que algunos de ellos estaban en peligro de desaparecer bajo el agua, como consecuencia de la construcción de la presa de Asuán.
Cuando en 1907 se construyó en aquel territorio la primera presa de Asuán (conocida como la presa baja), el templo se vio afectado en gran medida, ya que permanecía unos nueve meses al año bajo las aguas. La inundación casi constante del templo provocó la pérdida de la policromía y el daño de algunos de sus relieves. La piedra arenisca también sufrió un gran desgaste. Esta erosión ocasionada por las aguas del Nilo se añadía a los desperfectos que había provocado en su día el terremoto de 1868. A la vista de estos daños, el Servicio de Antigüedades de Egipto pidió al arquitecto egipcio al-Barsanti que procediera a su restauración. Tras la conclusión de la obra, el alemán Günther Roeder llevó a cabo un estudio exhaustivo con documentación fotográfica, dibujos de planos, alzados y comentarios. Su trabajo sigue siendo la referencia bibliográfica fundamental del edificio, un siglo después.
Debod sumergido. 1907
Egipto donó cuatro de los templos salvados a distintas naciones colaboradoras: Dendur a los Estados Unidos (se encuentra actualmente en el Metropolitan Museum de Nueva York), templo encargado por el emperador Augusto y construido en época de Gayo Petronio, prefecto de Egipto, alrededor del año 15 a. C., está dedicado en honor a dos hijos de un jefe nubio divinizados en ese lugar, Pe-Te-Isis y Pa-Hor; el Speos de Ellesiya a Italia (Museo Egipcio de Turín), excavado en la roca fue mandado construir por el faraón Tutmosis III en el siglo XV a. C. y dedicado al dios nubio Horus de Miam y a su esposa la diosa Satis; Taffa a Holanda (actualmente está en The Rijksmuseum van Oudheden en Leiden), un edifcio de época grecorromana dedicado al culto de la diosa Isis; y Debod a España.
El Templo de Dendur en el Museo Metropolitano de Arte,
New York.
Ellesiya. Museo Egipcio de Turín.
Taffa. Museo Nacional de Antiguedades de Leiden. Holanda
Martín Almagro Basch. El artífice de Debod.
Martín Almagro Basch en su despacho
de catedrático de la U. de Barcelona
En 1960 se constituyó el llamado comité Español para el salvamento de los tesoros de Nubia, cuya dirección técnica se encomendó al profesor D. Martín Almagro Basch y como tal, encargado de las misiones que se le asignaron en Sheij Daud (Tumas) y Nag Gamus (Masmas), entre otros.
El equipo de Martín Almagro descubriría tres poblados cristianos, alrededor de trescientos conjuntos de arte rupestre, varias necrópolis faraónicas, meroíticas, cristianas, y de los llamados “Grupo C” y “Grupo X” nubio. Por la labor realizada, Egipto concedería a España la excavación de la ciudad de Heracleópolis Magna que Almagro Basch dirigiría (1966-1979), donaría varios miles de objetos procedentes de sus excavaciones (hoy en el Museo Arqueológico Nacional), y el primer templo que salvara aquélla misión internacional, el Templo de Debod, del que sería encargado de su traslado e instalación en Madrid.
El templo de Debod desmontado en la isla de Elefantina,
siendo inspeccionado por Almagro y su equipo.
Cuando el templo llegó aquí la tarea de los arqueólogos españoles bajo la dirección de Martín Almagro fue difícil, pues el Servicio de Antigüedades de Egipto sólo entregó un plano y un croquis del alzado del monumento, junto con algunas fotografías sin referencia de ninguna clase. Más de cien bloques habían perdido la numeración y muchos fragmentos llevaban una marca que no correspondía al plano. En palabras del profesor Almagro: “Nosotros pacientemente tuvimos que ir interpretando las signaturas y subsanando algunos errores pues había bloques que tenían la misma referencia topográfica y fue preciso averiguar pacientemente cual era su verdadero sitio…”.
Gracias a su particular esfuerzo y coraje, y su labor de mediación, finalmente se logró para España la obtención del templo de Debod, en compensación por la gran labor llevada a cabo en Nubia por él y su equipo, así como el nivel de las publicaciones de la Misión Española (ocho volúmenes de memorias de los trabajos realizados), más una destacada aportación española de fondos para el salvamento de los templos de Abu Simbel.
Cabe destacar también al Sr. Sawi, Ministro de Educación y Antiguedades encargado de los asuntos de Nubia y Presidente del Comité Consultivo que ponderó altamente esta labor y que siendo partidario de la petición española fue el valedor final de dicha decisión.
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